jueves, 17 de febrero de 2011

G - Zero




Tell us what it is dangerous
Friends and enemies I find it's contagerous
And they're spreading through your system like a virus
Yes the trouble in the end it makes you anxious
Massive Attack - Safe from Harm

La última proyección de Goldman Sachs(1) indica que China sería la primera potencia mundial para 2020. Adelantándose casi 10 años de lo que informaban las proyecciones hechas antes de la crisis subprime. Los equilibrios de poder, probablemente están en su momento más delicado desde finales de la guerra fría. Las rondas del G8, no tienen más poder que el G20. Y los países G20 en su última ronda (Toronto, Junio, 2010), apenas pudieron organizar ligeros acuerdos para manejar la crisis. El vacío que deja USA en el poder no es fácil de llenar; no sólo se necesita de una complicada red influencias y mecanismos políticos, si no y sobre todo, la muestra responsable en el ejercicio del liderazgo mundial. El líder que emerja tras esta década tendrá que demostrar su posición ante los problemas globales más difíciles, y probablemente el calentamiento global será el más pequeño de ellos. Sin embargo, siguiendo el refrán chino, puede ser la chispa que inflame la pradera.

Un líder compuesto parece ser el más probable de los escenarios al menos para la primera parte de la transición de poder; US, EU y Japón; US y China; China e India; etc. Tanto Europa como Japón están ahogados en sus problemas internos. Por un lado Europa tambalea en sus problemas de integración y moneda, y Japón pasa por una profunda fractura de su estructura política. La economía de US, si bien, nadie piensa en un descalabro a largo plazo, no sostiene el pulso para continuar en el siglo XXI con la influencia que tuvo en el siglo XX. Y China, por otro lado, no termina por ceder a las responsabilidades de su nuevo estatus en el mundo. El resto de países que tienen oportunidad de entrar en esta ecuación solo tienen posibilidades marginales.
En cualquier caso, para un mundo occidental que se llama "multicultural" siempre y cuando las influencias extranjeras se limiten a la carta menú del restaurante de moda, el cambio de poder, será un desafío. Las implicaciones serán extensas, de carácter profundo y permanente. Pero proyectar exactamente dónde va a golpear este cambio, pasa primero por vislumbrar que tipo de liderazgo y quién lo ejercerá. Algunos analistas van más allá de sólo hablar de China como protagonista y hablan sobre un mundo con un multi-liderazgo dominado por las economías emergentes o actualmente en vías de desarrollo. Proponen que quizá de ahí emerja un mundo multiétnico, multicultural y quién sabe, hasta más democrático. Tomo nuevamente una proyección de Goldman Sachs, para decir que aproximadamente en el 2050, la economía de China será el doble que la de US, y la de India casi del mismo tamaño.
En los úlimos meses "The Economist"(2) ha  presentado diversas infografías dónde muestra el progresivo declive del gasto en armamento en el mundo desarrollado y el aumento del gasto militar en países del bloque en vías de desarrollo. El termino de la guerra fría, la mayor demanda de seguridad social, y la deuda en el gasto del estado de bienestar, son las claves del declive en el mundo desarrollado. La soberanía de fronteras o intereses, actualización de material obsoleto, o la muestra del nuevo poder alcanzado, técnico y económico (BRICS), son los ejes en el mundo en desarrollo. Una inversión relativa en el poder económico y militar de esta magnitud no ha sido vista en el mundo post revolución industrial. Aunque esta transformación esta lejos de suceder ahora mismo, sucederá; hacia el año 2050, el mundo que hoy esta en vías de desarrollo gastará militarmente más que los países del G7. Por lo que, los próximos 10 años marcarán en gran medida la forma que el mundo enfrentará los desafíos del siglo. Revelarán si las tesis de fin de la historia (la últma actualización por, Fukuyama), tienen legitimidad práctica más allá de quién sea el que detente el poder. Pero sobre todo mostrará los interesés reales que tienen los actores del "poder difuso".
Joseph Nye, historiador americano, propone que el cambio es un juego de ajedrez en 3 niveles, militar, económico, y en último lugar, dónde juegan estos actores no gubernamentales. Bancos, Organizaciones terroristas, Flujos de Dinero y Pandemías, sólo por nombrar algunos. Recomiendo su presentación en TED.com "Global Power Shifts".

Sin embargo, existe una arista, la cuestión del origen del poder. Occidente se lo ha pensado desde siempre, y no ha sido Nye el primero en recordar que el poder vino de Oriente a Occidente. Zeus se roba a Europa desde las costas de Oriente. Hegel pensaba en el poder y la libertad como el camino del Sol de oriente hacía occidente. Y Habermas, señaló el encuentro de la ética judeo-cristiana con la racionalización de la metafísica griega, como lo necesario para el nacimiento de la técnologia. De todo lo que se ha hablado sobre este tema todavía no escuchó a nadie decir nada acerca del saber, o la tecnología. O bien sí...

El panel intergubernamental para el cambio climático en los últimos años nos ha sorprendido con una respuesta unanime: El aumento de las temperaturas mundiales promedio -0,5 °C, este siglo- ha sido probocado por la accion humana. Que sea la primera vez que un monton de expertos se ponen de acuerdo es algo asombroso. Y lo es más aún cuando justo después el presidente Obama se saca de la manga un plan para hacer de EEUU, una economía de energía limpia y erguirse desde las economías del carbón. Lo que por supuesto generaría una diferenciación importante en todos los commodities -más limpios, más sanos, más verdes- y es una promesa de un monton de fondos para investigación y desarrollo. EE.UU. gasta unos 90 mil millones de dólares en I&D; En segundo lugar, UK., gasta unos 12 mil millones. Chile, unos modestos 200 a 300 millones.

El cambio climático es un hecho; El cambio global, esta por verse.


(1) Serie "Global Economics Paper", Goldman Sachs.
http://www2.goldmansachs.com/ideas/brics/brics-at-8/BRICS-doc.pdf

(2) Diversas infografías Economist:
http://www.economist.com/node/16886851?story_id=16886851
http://www.economist.com/node/8806612
http://www.economist.com/node/13808801